viernes, 18 de julio de 2008

Semana 05

Un poco tarde pero seguro. El trabajo me está haciendo dormir más temprano de lo que acostumbraba a hacer antes de tenerlo, e igual no estoy la misma cantidad de tiempo sentado frente a mi computador. Pero aquí estamos, y empezando a relatarles lo acaecido en mi quinta semana de tratamiento.

Indudablemente se han notado los cambios, para estos momentos ya estoy habituado a tomarme mis pastillas (aunque admito habérmelas saltado dos veces por errores involuntarios y monetarios), pero ahora sí, seriedad absoluta, protector labial al bolsillo e igual las lágrimas artificiales.. ¿por qué? Me han duplicado mi dosis, pasé de 20mg a 40mg diarios.

Qué ladilla son las pesas de verdad, y no me refiero a las pesas de gimnasio, sino a las pesas de las cuales les metes monedas para que arrojen tu peso... ¿a cuál creerle? Según dos pesas de esas arcaicas que ubicas en viejos centros comerciales de Caracas, me dijeron que pesaba 86.4 Kg; la pesa de una doctora que me chequeó para los efectos del trabajo, indicó que 78.6 Kg y una pesa de esas de comedores industriales, aproveché un descuido e indicó 82.4 Kg... no joda... pero bueh, mi dermatóloga al igual me recetó esta dosis por mi peso.

El primer mes, como saben, ha sido bueno, pero apenas voy por el 4to día del tratamiento con 40mg y todo va cambiando rápidamente, desde el 3° día de este segundo mes de tratamiento con Roaccután ya estoy notando que me salen algunos granos en la frente y además empiezo a ver mi nariz pelarse... poco a poco se nota que se está escamando... Cierta parte de la piel también y el enrojecimiento del rostro se está haciendo evidente... espero que máximo se quede así y no haya rebrote nada.

¿Sangramiento de la nariz? ¡Por supuesto! pero no es que la sangre sale sola de mi nariz, no, simplemente como que se adhiriese a los mocos y salen con ellos pero si meto mis dedos allí por mala costumbre, salen untados de una sangre un tanto espesa. Qué bolas.

El dolor de espalda es arrecho, si estoy en una mala postura (y eso que mi columna está derechita) y quiero enderezarme otra vez, el dolor de la espalda a nivel inferior es apoteósico, no para echarse a llorar, pero sí es bastante molesto. Lo que si he notado es que lo del cambio de humor, por ahora, no es evidente, debe ser porque aún mi cara se nota "limpia", pero ay de aquel que ose perturbar mi tranquilidad, se joderá la vida un rato.

No olviden, siempre colóquense sus lágrimas artificiales, no saben cómo molestan los ojos cuando están secos. Por cierto, el sangrado de encías también es evidente y no sé si sea también que tenga ya dolor en tres muelas, cuando antes del tratamiento era una sola, pero no es por caries ni nada, sino sensibilidad en los dientes ante el frío o calor.

Veremos qué pasa por ahí. La cuestión está en tener paciencia ahora sí. Gracias por leerme y reciban un saludo desde este lado del monitor.

Hasta la próxima semana.

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